Desde un encuentro
comprendí a sabiendas que tú
no has de comprender lo
que en este momento necesito
Pobre de aquella que algún día
vea en mí algo que valga la pena
Desde aquél encuentro
puedo decir con certeza
que sin embargo y a pesar
de esto que digo
es probable que no me arrepienta.
Las rimas de mi vida
son como una planta marchita
que no encuentra agua
aún después de la lluvia.
sábado, 14 de junio de 2008
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