jueves, 21 de octubre de 2010

La mujer que con su belleza me ahoga en su histeria

Bailan sus palabras ácidas
En un cuarto mágico lleno de preguntas.

Dulces lágrimas
acarician su piel blanca.

Vida, amor,
lejos un en lugar fuera del tiempo,
inhóspito e irreconocible...
donde la luz dejo de brillar.

La oscuridad reinaba
en ese negro abismo
en esa lúgubre, húmeda, taciturna
tarde de invierno.

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